miércoles, 28 de julio de 2010

Actualizaciones automáticas de Software

Con esto de la democratización de Internet se ha impuesto una funcionalidad, especialmente en las herramientas de libre distribución: las actualizaciones automáticas.

Generalmente, y de forma superficial, esta opción es un verdadero e insoportable coñazo. Lo siento mucho, pero eso de que cada vez que arrancas la aplicación, o incluso cuando ya estás trabajando con ella, te salga una ventanita diciéndote que hay una funcionalidad maravillosa, pero que tú jamás utilizarás, que deberías descargarte si no quieres convertirte en una momia tecnológica, es, sencillamente, un coñazo (y me remito a la definición de la rae).

Teniendo en cuenta esto, siempre he sido un claro detractor de esta medida, que tengo deshabilitada en la mayoría de herramientas que utilizo. Sin embargo, puede que mi filosofía de vida cambie radicalmente a partir de hoy.

Haciendo un repaso rápido, me he dado cuenta de que la mayoría de las utilidades con las que trabajo en mi día a día, y que tengo en alta estima, son el súmmum de lo obsoleto (otras no tanto, pero también). Por ejemplo:


  • TortoisseCVS: va por la versión 1.10.10, y yo estoy en la 1.10.9.
  • Stimulsoft: va por la 2010.1, y yo uso la ¡¡¡2006.4!!!
  • Winrar: nunca se me ocurrió pensar que existiese algo más allá de mi Winrar 3.42 (del año 2004), cuando ya van por el 3.93.
  • VideoLan (VLC): va por la 1.1.0, y yo estoy en la 1.0.5.
  • SnagIT: sigo utilizando la versión 7, y ya está disponible la 10.
  • Ireport: me actualicé hace un par de meses a la 3.7.1, pero había estado hasta entonces con la 1.3.0...
  • Filezilla: trabajo con la 3.0.0, existiendo la 3.3.3.
  • Adobe Reader: tengo el 6, y existe la 9.3.3.
  • Internet Explorer: muchos dirán que el hecho de usar Explorer es en sí mismo un enorme retraso. En mi defensa diré que utilizo, por este orden, Chrome, Explorer y Firefox. El caso es que sigo con la espectacular versión 6.
  • Etcétera, etcétera.

El siguiente paso es evaluar si realmente este desfase en que me hallo me está haciendo perder prestaciones interesantes, porque como indicaba antes, muchas veces las nuevas versiones no aportan nada interesante para determinados usuarios; pero teniendo en cuenta lo anticuado que estoy, lo más probable es que actualizarme me sirva para ahorrar tiempo o mejorar el uso en alguno de los casos.

Yendo más lejos, no sólo se trata de versiones de la misma aplicación, sino incluso de buscar herramientas mejores. Este caso lo he vivido por ejemplo al pasar de WinCVS a TortoisseCVS, o de WinDiff a BeyondCompare. Aunque para esto no sirven las actualizaciones automáticas, y tendremos que currárnoslo informándonos por ahí para estar al día.

La conclusión del día es que las actualizaciones automáticas son un buen invento. Un poco petardas, vale, pero al final nos hacen la vida más fácil.

Y como diría este gran personaje: ¡modernícese, tío!


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