Como ando cortito de tiempo y quiero mantener la cadencia del blog, hoy publico un tema muy simple, pero que a mí, en su día, me costó mucho trabajo resolver. La verdad es que no me he parado a mirar si hoy es más fácil encontrar información.
Supongo que la mayoría conocerá la opción de gmail de utilizar filtros. Esta opción te da la posibilidad de clasificar tus correos de forma automática, de configurar reenvíos, de desechar los correos que no te interesan... Vamos que son muy interesante para mejorar la efectividad de tu correo electrónico.
El primer uso que yo le di a los filtros de gmail fue precisamente el reenvío de correos, debido a que normalmente trabajo fuera de la oficina de mi empresa, y no tengo acceso al correo corporativo. Eso ha hecho que convierta gmail en mi gestor de correo profesional, y que en ocasiones reciba en esa cuenta mensajes relacionados con mi trabajo. Por tanto, me interesaba mantener la sincronía entre ambas cuentas, por lo que decidí configurar mi correo de gmail para que reenviase los mensajes a mi correo profesional.
Lógicamente, el problema es que no quería que absolutamente todo mi correo fuese reenviado, ya que a gmail me llegan correos de temas personales, de amigos, de publicidad, y un largo etcétera.
Cuando busqué en Internet, me di cuenta de que los tutoriales que explicaban cómo crear filtros los hacían siempre en positivo; esto es, las reglas siempre decían a qué correos sí hay que aplicarles la acción. Sin embargo, en mi caso, era mucho más fácil definir la regla en negativo, diciendo a qué correos no hay que aplicarles la acción, puesto que eran muchos menos.
Pues bien, la solución es tan simple como utilizar el operador -, de la siguiente forma:
from:(-(*@publicidad.co
Una cosa tan simple, y vaya rollo que he soltao... ¡Espero que os sirva!
Muchas gracias por el consejo. No has ahorrado mucho tiempo en la oficina. Saludos.
ResponderEliminar