Hoy doy una pequeña introducción a uno de esos conceptos que se ponen muy de moda en el mundo de la informática, y con el que en principio trabajaré en mi trabajo final de máster: la Inteligencia Empresarial, o Business Intelligence, que los términos ingleses siempre se imponen.
El objetivo del BI sería explotar la información almacenada en los distintos sistemas de información de una empresa u organización, con el fin de ayudar en la toma de decisiones. Para ello se siguen procesos ETL (Extract, Transform, Load), en los que se obtienen datos de distintas fuentes, se procesan (se combinan, filtran, transforman, homogeneizan...), y finalmente se cargan en un nuevo almacen de datos.
Las fuentes de datos de las que se parte pueden ser completamente heterogéneas, tanto a nivel técnico como en cuanto a la información que almacenan: bases de datos de clientes, hojas excel con datos financieros...
Una vez realizadas las transformaciones, se definen Indicadores (KPI, Key Performance Indicators) que son datos que nos ofrecen información interesante para la toma de decisiones. Por ejemplo, ¿en qué grado se ajustan los resultados de los proyectos a las previsiones realizadas? ¿en qué porcentaje se exceden los costes de los proyectos? ¿cuál es el índice de errores detectados para nuestros sistemas en producción?...
Por último, podríamos definir Cuadros de Mando, que serían informes en los que se presentan resúmenes de esta información de una forma rápida y visual, sirviendo, como se ha dicho, de apoyo a la hora de tomar decisiones en la organización.
Esta sería, a grandes rasgos, la idea detrás de la Inteligencia Empresarial. Si todo va bien, en próximas entradas entraré en mayor detalle proporcionando algunos ejemplos concretos, e introduciendo el uso de herramientas como Pentaho y Jaspersoft BI Suite.
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